lunes, 2 de septiembre de 2013

Las mejores frases de Orgullo y Prejuicio: Cap. 58. La prodigiosa segunda declaración de Darcy…The miracle second proposal of Darcy


El capítulo que deben de tatuarse en algun lugar visible de su anatomía los hombres que dicen no saber lo que quieren las mujeres.
Capítulo 58
Un paseo con tensión. Bingley vuelve con Darcy a Longbourn y propone salir a pasear. Así no tienen que soportar a la Sra. Bennet. Él y Jane van juntos, y se quedan Kitty, Lizzy y Darcy. ¡Menudo trío! La verdad es que la pobre Kitty no podía ni imaginar las emociones que recorrían a Lizzy y a Darcy, deseando estar solos, pero demasiado educados y considerados como para hacer saber a Kitty que la pobre estaba de más. Aprovechando que ésta quería ver a María Lucas, la acompañaron hasta allí y, por fin, se quedaron solos.
Lizzy tomó aire y dijo tres frases excepcionales:
(Lizzy) Sr. Darcy, soy una criatura muy egoísta que, con tal de dar salida a sus propios sentimientos, no tiene en cuenta si puede estar hiriendo los suyos.Darcy y Lizzy walking 95
(Lizzy) No puedo evitar por más tiempo el agradecerle por su extraordinaria amabilidad hacia mi pobre hermana. Desde que he tenido conocimiento de todo lo acontecido, estaba deseando reconocerle cuán grande es mi gratitud.
(Lizzy) De saberlo el resto de mi familia, no sería solamente mi gratitud la que le estaría expresando.
Darcy le responde entre el humor y el aturdimiento:
(Darcy) No sabía que la Sra. Gardiner fuera tan poco de fiar.
Lizzy le sigue agradeciendo, pero la respuesta de Darcy es de las que nos dejarían sin respiración a cualquiera. Sin decir “Te quiero” ni ninguna tontería romanticona, le deja bien claros sus sentimientos por ella. Respiremos hondo:
(Darcy) Si quiere agradecérmelo hágalo tan solo en su nombre. No negaré que el deseo de hacerla feliz dio impulso a las otras razones que me llevaron a hacerlo. Pero su familia no me debe nada. A pesar de mi respeto hacia ellos, tan solo pensaba en Vd.
¡Toma! Así se quedó Lizzy: sin poder decir palabra. Y si a estas alturas aún no estaba derretida perdida, lo siguiente dejaría fundida a cualquiera en su lugar. Personalmente, considero que esta declaración es de lo más impresionante que puede hacer una persona profundamente enamorada, pero con clase por cada célula de su cuerpo:
(Darcy) Es Vd. demasiado generosa como para jugar conmigo. Si sus sentimientos son los mismos que el pasado mes de Abril, dígamelo sin tardanza. Mi afecto y mis deseos  no han cambiado, pero una palabra suya hará que guarde silencio sobre este asunto para siempre .
O sea, un hombre que está absolutamente colado, que ha hecho todo lo que ha hecho (localizar a la parejita en Londres, sobornar a la Sra. King, arreglar el matrimonio pagando deudas de Wickham y proponiendo una suma anual que menuda gracia le haría; enfrentarse con su tía y ceder ante su mejor amigo….) tiene el estilo, la clase y la elegancia de espíritu de presentarse con esta sencillez ante la mujer que ama (otros habrían ido de prepotentes y de “me debes mucho, nena”), y de darle el mejor regalo que se puede hacer entre amantes: la libertad de elegirle si su corazón había cambiado respecto a él. ¿Es esto romántico? NO. Es de una elegancia apabullante. Es de una grandeza de corazón que deja sin palabras. De una bondad y de una consideración exquisitas. ¿Qué por qué nos enamora el Sr. Darcy? Pues, entre otras muchas cosas, por esta dificilísima actitud que solamente los más grandes son capaces de mantener. Genio y figura.
Ahora que ya he sacado a Darcy a hombros por la puerta grande, ¿qué pasa con Lizzy?
Pues que la pobre es solamente capaz de balbucear que sus sentimientos han cambiado mucho, y que ahora recibeDarcy y Lizzy acepta 80 con placer y gratitud la renovación de los suyos. Debía de estar absolutamente abrumada. Y no es para menos. Repito: ¡cuánto hombre debajo de esa chistera!
Darcy no cabía en sí de gozo, era el momento más feliz de su vida. ¿Romántico? Veamos lo que nos dice Austen:
… en esta ocasión se expresó como se espera de un hombre ardientemente enamorado: de la manera más sensata a la vez que amorosa.
Razón y emoción. El equilibrio entre ambas, la maestría sobre las emociones dirigidas por un razonamiento templado. ¡Ole, ole y ole! ¿Romántico? ¡Quién necesita romanticismos ante esta lección de saber estar! Si, porque cuando se está ardientemente enamorado, también hay que saber estar….
Y así siguieron hablando… sin saber bien a dónde… nada era importante ahora….
… Había demasiado sobre lo que pensar, sobre lo que sentir y sobre lo que hablar.
La visita de la tía Catherine le dio a Darcy nuevas esperanzas. Sabía que Lizzy habría reconocido su disconformidad abiertamente. Darcy, una vez más, grande, reconoce sus errores:
(Darcy) ¿Qué dijiste de mí que no me mereciera? … mi comportamiento contigo en aquel momento se merecía la reprobación más dura. No puedo pensar en ella sin sentir aborrecimiento.
Ehem… con perdón a quien se pueda ofender… ¡qué difícil resulta reconocer cuando uno ha tenido una actuaciónDarcy and Lizzy yes 40 penosa! Sin embargo, él lo hace. No tiene ningún reparo en admitir su lamentable actitud, y el merecimiento de cualquier acusación que se le pudiera hacer, pues él mismo la consideraba justa. Volvemos a sacarlo a hombros por la puerta grande… el hombre se lo merece.
Lizzy tampoco se queda atrás, y reconoce que la suya tampoco fue demasiado acertada.
(Lizy) espero que, desde entonces, ambos hayamos mejorado en nuestra educación.
La puntilla para Darcy fue cuando Lizzy le reprochó que no se había comportado como un caballero.
(Darcy) No sabes, ni puedes imaginar remotamente, cómo me han torturado esas palabras.
Y también reconoce cuál fue la frase que le dejó k.o:
(Darcy) cuando dijiste que no podía haberme dirigido a ti de ninguna manera que te hubiera inducido a aceptarme.
Si, menudo corte. Pero Lizzy está tremendamente avergonzada de lo que dijo (la verdad es que, objetivamente, estuvo genial. Otra cosa es que la fundamentación de su rechazo hubiera estado basada en el error provocado conscientemente por Wickham).Darcy and Lizzy yes 05
Ahora tenemos al Darcy tierno, inseguro, vacilante….
(Darcy) ¿La carta te llevó a tener una mejor opinión de mí?
Pobre, con el trabajo que se había tomado en escribirla. Esa maravillosa carta…. Pero este Darcy vulnerable, inseguro, lejos de la pretendida prepotencia de su imagen, es realmente enternecedor….
Ante tanto reproche por ambas partes hacia sus propias conductas, Lizzy sale con el consejo de pitufo sabio:
(Lizzy) Debes aprender de mi filosofía. Piensa en el pasado solamente si su recuerdo te proporciona placer.
Y como son tal para cual, el que da Darcy ahora me parece infinitamente mejor:
(Darcy) De niño se me enseñó lo que era correcto, pero no se me enseñó a corregir mi temperamento….
Ah…. Es que uno no es como es, sino como aprende a ser. Y a Darcy se le puso una excepcional maestra delante…
…. mi queridísima y amada Elizabeth….Darcy and Lizzy TLBD yes
¿Os habéis fundido ya del todo? Esperad, que todavía queda lo mejor…
… Me mostraste lo insuficientes que eran todas mis pretensiones para agradar a una mujer que merecía ser amada…
Osyshhshhshhshs……..
Darcy desde luego había hecho un auténtico ejercicio de autoanálisis (con sus 28 añitos de nada)…
(Darcy) ¿Y qué pensaste de mi vanidad? Creí que estarías deseando y esperando mi proposición.
Si, el corte fue monumental.  Y sobre el encuentro en Pemberley, Darcy nos sigue dando una lección de hombría, de grandeza de espíritu y de lo que hace quien está profundamente enamorado:
(Darcy) Tenía la esperanza de obtener tu perdón haciéndote ver que tus reproches habían sido tenidos en cuenta.
¡La pera! Es imposible no enamorarse de este hombre. Un Darcy de tercera regional habría prometido que iba a cambiar, habría lloriqueado…. Pero No, este Darcy no promete nada: va ¡y lo hace!¡CAMBIA!. El perdón no se pide, sino que se corrige la conducta que ha provocado el daño. ¡Ole, ole y ole! ¿Os acordáis de la carita que se le pone cuando se encuentra con Lizzy en Pemberley! Nada de vanidad ni engreímiento, sino todo amabilidad e inclusoDarcy y Amanda unas sonrisitas cordiales. “¡Mira, Lizzy, he cambiado!” Ganarse el amor de una mujer como Lizzy requería que ella viera en él al hombre del que poder enamorarse.
Siguieron paseando y, una vez que ya aclararon todos los malentendidos entre ellos, se dieron cuenta de que había que volver a casa. Pero antes hablaron de Jane y Bingley. Para quien piense que Darcy podría haberse convertido en un “calzonazos” (perdón por la expresión, pero me viene muy bien al caso, pues es la imagen que se da de él en “La muerte llega a Pemberley”, novela que está rodando ahora la BBC), nada más lejos de la realidad. Lizzy le pregunta si su convencimiento sobre el afecto de Jane provenía de su propia observación, o de la información que le había dado ella.
(Darcy) De lo primero.
Toma corte. Darcy te puede querer mucho, Lizzy, pero sus decisiones las toma siguiendo su propio criterio, aunque pueda tener en cuenta el tuyo. Muy bien, Darcy.
Lizzy está ya mucho más relajada, y su sentido del humor empieza a aflorar, pero…
(Lizzy) Recordó que él tenía que aprender a encajar el que se rieran de él, y era demasiado pronto para empezar a enseñárselo.
¡Vaya dos! Tal para cual. Una monada.
Os recomiendo que leais y releais este capítulo. Tiene mucho, mucho para analizar;  mucha enseñanza de afectividad sana; y de amor de primera.
Y ahora…. ¡A VOTAR!
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Chapter 58

(Lizzy) Mr. Darcy, I am a very selfish creature; and, for the sake of giving relief to my own feelings, care not how much I may be wounding yours’.

(Lizzy) I can no longer help thanking you for your unexampled kindness to my poor sister. Ever since I have known it, I have been most anxious to acknowledge to you how gratefully I feel it.

(Lizzy) Were it known to the rest of my family, I should not have merely my own gratitude to express.

(Darcy) I did not know Mrs. Gardiner was so little to be trusted.

(Darcy) If you will thank me, let it be for yourself alone. That the wish of giving happiness to you might add force to the other inducements which led me on, I shall not attempt to deny. But your family owe me nothing. Much as I respect them, I believe I thought only of you.

(Darcy) You are too generous to trifle with me. If your feelings are still what they were last April, tell me so at once. My affections and wishes are unchanged, but one Word from you will silence me on this subject for ever.

… he expressed himself on the occasion as sensibly and as warmly as a man violently in love can be supposed to do.

… There was too much to be thought, and felt, and said.

(Darcy) What did you say of me that I did not deserve?.... my behaviour to you at the time had merited the severest reproof. I cannot think of it without abhorrence.

(Lizzy) but since then, we have both, I hope, improved in civility.

(Darcy) You know not, you can scarcely conceive, how they have tortured me

(Darcy) as you said that I could not have addressed you in any possible way that would induce you to accept me.

(Darcy) Did the letter make you think better of me?

(Lizzy) You must learn of my philosophy. Think only of the past as its remembrance gives you pleasure.

(Darcy) As a child I was taught what was right, but I was not taught to correct my temper

… dearest, loveliest Elizabeth…

… You showed me how insufficient were all my pretensions to please a woman worthy of being pleased…

(Darcy) And what will you think of my vanity? I believed you to be wishing, expecting my addresses.

(Darcy) I hoped to obtain your forgiveness by letting you see that your reproofs had been atended to.

(Lizzy) She remembered that he had yet to learn to be laughed at, and it was rather too early to begin.

And now... ¡¡VOTE!!

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