Two hundred years ago today, Jane had just arrived in London with her brother Edward and her nieces Fanny, Lizzy and Marianne. Accompanied by the recently widowed Henry, who had just moved from home to Henrietta St., Jane begins to enjoy his new economic and social status ... she is becoming a well-known writer, something that should be "reluctantly," but I think which was primarily for her more intimate joy ...
Read the original letters in English here:
http://www.pemberley.com/janeinfo/brablt11.html#letter62
Hoy hace doscientos años, Jane acababa de llegar a Londres con su hermano Edward y sus sobrinas Fanny, Lizzy y Marianne. Acompañados del recientemente enviudado Henry, que acababa de mudarse de casa, a Henrietta St. Jane empieza a disfrutar de su nuevo estatus económico y social… empieza a ser una escritora conocida, algo que debería de ser “a su pesar”, pero yo creo que fue sobre todo para su más íntimo regocijo…
Read the original letters in English here:
http://www.pemberley.com/janeinfo/brablt11.html#letter62
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Hoy hace doscientos años, Jane acababa de llegar a Londres con su hermano Edward y sus sobrinas Fanny, Lizzy y Marianne. Acompañados del recientemente enviudado Henry, que acababa de mudarse de casa, a Henrietta St. Jane empieza a disfrutar de su nuevo estatus económico y social… empieza a ser una escritora conocida, algo que debería de ser “a su pesar”, pero yo creo que fue sobre todo para su más íntimo regocijo…
Carta de Jane a su hermana Cassandra (Jane tenía 37 años)
Miércoles 15 – Jueves 16 de Septiembre de 1813
De Henrietta St. (Londres) a Chawton
Miércoles 15
Henrietta St. Ocho y media.
Aquí estoy, mi queridísima Cassandra, sentada en el comedor, comenzando con todas mis energías. Fanny se unirá a mí en cuanto esté vestida, y empezará su carta. Tuvimos un viaje muy bueno. La temperatura y las carreteras fueron excelentes. Los tres primeros tramos por un chelín y 60 céntimos. Nuestra única desventura fue un retraso de un cuarto de hora en Kingston debido a los caballos. Tuvimos que conformarnos con un par que pertenecían a un coche de
caballos de alquiler y con su cochero, lo que hizo que no quedara sitio para Lizzy, que tenía que haber ido en el asiento exterior en el último tramo tal y como hizo en el primero. Por lo tanto, tuvimos que ir las cuatro dentro, y resultó bastante apretado.
Llegamos a las 4 y cuarto y fuimos recibidas muy amablemente primero por el cochero, y después por su jefe, seguido de William (uno de los sirvientes de Henry Austen, ndet), y de la Sra. Perigord. Todos ellos antes de llegar siguiera al pie de las escaleras. La Sra. Bigeon estaba abajo preparándonos una comida de lo más apropiada consistente en sopa, pescado, caldo, perdices y una tarta de manzana. Nos sentamos a comer poco después de las cinco, tras habernos lavado y cambiado de ropa, sintiendo que ya estábamos lo más cómodamente dispuestas.
La pequeña salita adjunta a nuestra habitación nos viene muy bien a Fanny y a mí. Como tenemos la cama de la pobre Eliza el espacio del que disponemos es muy amplio en todos los sentidos.
Sace llegó bien hacia las 6 y media.
A las 7 salimos en el carruaje hacia el Liceo, y volvimos tras unas cuatro horas y media, tomamos sopa, vino y agua, y nos fuimos a nuestras madrigueras. Edward dice que sus aposentos (estaba en un hotel próximo, ndet) son muy acogedores y tranquilos.
Tengo que conseguir una pluma más suave. Ésta es demasiado dura y estoy en una constante agonía.
Todavía no he visto a la Sra. Crabbe. La carta para Martha ya ha salido por correo.
Solamente voy a escribir frases cortas. Habrá dos puntos y aparte en cada línea. “Layton y Shear’s” está en Bedford House. Tenemos intención, si es posible, de estar allí antes del desayuno. Cada vez somos más y más conscientes de todo lo que tenemos que hacer, y del poco tiempo que tenemos. Esta casa tiene muy buen aspecto. Es como si se hubiese trasladado aquí la de Sloane St. Creo que Henry acaba de deshacerse de Sloane St. Fanny no ha venido todavía, pero tengo a Edward sentado a mi lado empezando una carta, lo que parece de lo más natural.
Henry ha estado teniendo los mismos dolores en la cara que ya había padecido antes. Se enfrió en Matlock, y desde que volvió ha estado pagando un poco las consecuencias de las frivolidades previas. Ahora prácticamente le han desaparecido, pero le ha adelgazado la cara, bien por el dolor, bien por la fatiga del viaje, que ha debido de ser considerable.
Lady Robert está encantada con Orgullo y Prejuicio, y creo entender que ya lo estaba realmente antes de saber quién la había escrito. Porque ahora, por supuesto, ya lo sabe. Él se lo dijo con tanta satisfacción como si hubiera sido mi propio deseo. No me lo comentó a mí, pero sí a Fanny. Y el Sr. Hastings… estoy bastante contenta con lo que un hombre como él escribe sobre la obra. Henry le envió los libros poco después de su regreso de Daylesford, pero ya lo leerás en su carta.
Permíteme que sea racional y que vuelva a mis dos puntos y aparte.
Estuve hablando con Henry anoche durante la representación teatral. Estábamos en un palco privado, el del Sr. Spencer. Esto lo hizo mucho más agradable. El palco está directamente en el escenario. Hace que uno se canse bastante menos que de la manera habitual.
Pero los planes de Henry no son como eran de desear. No tiene intención de estar en Chawton hasta el 29. Luego tiene que estar de vuelta para el 5 de Octubre. Tiene previsto dejar un par de días para la caza del faisán y después volver directamente. Su intención era traerte con él a su regreso. Ya le he comentado tus reparos al respecto. Desea que lo adaptes a tus planes en lo que al tiempo se refiere. Y si no puedes venir hasta más adelante, puede enviar a recogerte en cualquier momento hasta Bagshot. Supone que no tendrás problema en llegar hasta allí. No he sido capaz de decirle si sería así. También propuso que fueras con él hasta Oxfordshire. Al principio era su propia perspectiva, y no me quedó más remedio que ponerme a su altura en tu nombre.
Hemos vuelto a hablar de ello esta mañana (ya hemos desayunado), y estoy convencida de que si puedes arreglar otros asuntos no deberías tener reparos sobre éste. Si no pudierass volver con él para el 3 o el 4, espero que te las ingenies para ir a Adlestorp. Como tu ausencia no se produciría hasta mediadios de mes creo que podrías organizarte bastante bien. Pero tu misma podrás considerar de nuevo todo esto. Habría sido deseable que hubiera planificado venir contigo antes, pero no hay otra cosa que se pueda hacer.
No le dije nada de la Sra. Heathcote y la Srta. Alethea (Bigg) para que no pudiera prever molestias. ¿No las pondrías en tu propia habitación? A mi me parece el mejor plan, y la sirvienta estará a una proximidad bastante conveniente.
¡Ay, Dios mío!¿Qué es lo que he hecho? Fuimos a Layton y Shear antes del desayuno. Había unas preciosas popelinas inglesas a 4.3, y Dº irlandeses a 6.0, por cierto, mucho más bonitas, preciosas.
Fanny y las dos niñas se han ido a reservar plazas para esta noche en Covent Garden: “El Matrimonio Clandestino” (1) y “Midas”. Ésta última será un obra agradable para Louisa y Marianne. Así se manifestaron anoche en Don Juan, a quien dejamos en el infierno a las 11 y media. Tuvimos a un Scaramouche y a un fantasma, y nos lo pasamos muy bien. Te hablo de ellos. Mi “encanto” fue muy pausado, y el resto fue capaz de mantener una mente sobria. Don Juan fue la última de tres piezas musicales: “Cinco horas en Brighton” en tres actos, uno de los cuales ya se había terminado cuando llegamos, y no era el peor, y “La colmena”, bastante menos plana y ñoña.
He recibido en este momento 5 libras del amable y hermoso Edward. Fanny ha tenido un presente similar. Haré con ello todo lo posible para que tu entretenimiento en este lugar sea lo mejor posible.
Mi carta era de la Srta. Sharpe. Nada en particular. Una carta de Fanny Cage esta mañana.
4 en punto. Acabamos de regresar de la visita a la Sra. Tickars, la Srta. Hare y el Sr. Spence. El Sr. Hall está aquí, y mientras se está encargando de Fanny, intentaré escribir un poco más.
La Srta. Hare tenía algunos gorros con visera muy bonitos, y me va a hacer uno igual, solamente que con satén blanco en vez de azul. Tendrá satén y encaje blanco, y una pequeña florecilla blanca saliendo de la oreja izquierda, como la pluma de Harriot Byron. Le he permitido que llegue hasta una libra y 16 chelines. Va a arreglar mi vestido por todas partes con una cinta blanca y tableada, de una u otra manera. Dice que va a quedar muy bien. No estoy furiosa. Cosen bastante con blanco.
Me enteré por la aprendiza de la Sra. Tickars, para mi gran divertimento, que las lengüetas ahora no se hacen para forzar hacia arriba el pecho. Esta era una moda muy indigna y muy poco natural. Me alegró mucho oir que no van a ir tanto por debajo de los hombros como antes.
La visita al Sr. Spence (el dentista, ndet) ha sido un asunto muy triste y nos ha costado muchas lágrimas. Desafortunadamente, nos hemos visto obligados a ir una segunda vez antes de que pudiéramos hacer algo más que simplemente mirar. Primero fuimos a las 12 y media, y luego a las 3. Papa (Edward) estuvo con nosotras en ambas ocasiones y ¡mira por donde! tenemos que volver mañana. Todavía no ha terminado con Lizzy. Sin embargo, no le ha sacado ningún diente, y creo que no va ha hacer falta, aunque opina que están en muy mal estado, y no parece tener muy buenas perspectivas respecto a su durabilidad. Le han limpiado todos, se los han pulido, y los van a rellenar de nuevo. Hay un agujero muy lamentable entre dos de sus dientes frontales.
No hemos visto mucho a Henry. Sin embargo acabo de verlo durante tres minutos y le he leído un extracto de la carta de la Sra. de F.A. y dice que la contestará. No tiene dudas de que será atendido como le corresponde pues tienen razones para estarle agradecidos. Quizás le veas el sábado que viene. Acaba de ocurrirsele esta idea. Pero será solamente por un par de días.
Jueves por la mañana a las 7 y media. Levantada y vestida, y abajo para poder terminar mi carta a tiempo para que salga con el correo. A las 8 tengo una cita con la Sra. Bigeon que me quiere enseñar algo abajo. A las 9 tenemos previsto marcharnos a Grafton House y terminar antes del desayuno. Edward va a tener la amabilidad de acompañarnos hasta allí. Tenemos que volver a visitar al Sr. Spence a las 11 y desde ese momento supongo que estaremos yendo de un lado a otro al menos hasta las cuatro. Si es posible queremos visitar a la Sra. Tilson.
El Sr. Hall fue ayer muy puntual y me sacó bastante de mi presupuesto. A mí me pareció bastante feo, y estaba deseando en su lugar un gorro con visera que fuera ceñido, pero mis acompañantes me acallaron con su admiración. Llevaba tan sólo un poco de terciopelo alrededor de la cabeza. Pero no me enfrié. El tiempo está absolutamente de mi lado. No me ha dolido la cara desde que nos separamos.
Tuvimos asientos muy buenos en el palco cercano al del escenario – la primera y segunda fila-. Los tres adultos se sentaron detrás, por supuesto. Yo me disgusté especialmente porque no había ni rastro del Sr. Crabbe. Estaba segura de que lo vería cuando percibí que los palcos estaban decorados con terciopelo carmesí. El nuevo Sr. Terry era Lord Ogleby, y Henry cree que puede hacerlo. Pero la actuación fue poco más que moderada. Y me divertí tanto con los recuerdos relacionados con Midas como con cualquier parte de ella. Las niñas estaban realmente encantadas, pero siguen prefiriendo Don Juan. Y yo tengo que decir que no he visto a nadie en el escenario que tuviera un carácter más interesante con esa mezcla de crueldad y lujuria.
Ayer no me fue posible conseguir los estambres. Pude escuchar cómo anoche Edward presionaba a Henry para que viniera a Godmersham y creo que éste se ha comprometido a ir tras los cobros de impuestos de Noviembre. Todavía no se ha hecho nada referente a Juicio y Sentimiento. Los libros le llegaron demasiado tarde para que pudiera prestarles atención antes de marcharse. El Sr. Hastings no hizo lo más mínima alusión a Eliza. Henry no sabía nada del fallecimiento del Sr. Trimmer. Te digo todas estas cosas para que no tengas que volver a preguntar sobre ellas.
Hay un nuevo empleado para el despacho de Alton, un tal Sr. Edmund Williams, un joven al que Henry tiene en la más alta estima. Y que además es el hijo de los desafortunados Williams de Grosvenor Place.
Estoy deseando que tengas noticias de la opinión del Sr. Hastings sobre Orgullo y Prejuicio. Me resulta especialmente halagador el hecho de que admire tanto a mi Elizabeth.
En vez de ahorrar mis supérfluas riquezas para que tu te las gastes, me voy a dar el capricho de gastármelas yo. Al menos espero poder encontrar algo de popelina en Layton & Shears lo suficientemente tentadora como para comprarla. De ser así, será enviada a Chawton, pues la mitad será para ti. Espero que tengas la amabilidad de aceptarla, pues esto es lo principal. Sería para mí un gran placer. No digas una palabra. Habría deseado que hubieras podido elegir. Enviaré 20 yardas.
Ahora le toca el turno a Bath. La pobre F. Cage ha sufrido bastante por el accidente. El ruido del White Hart le resultaba terrible. Me atrevería a decir que van a mantenerla en reposo. No está tan encantada con el lugar como el resto del grupo; probablemente, tal y como ella misma dice, porque ha estado algo peor, aunque cree que le gustará más a lo largo de la estación. Las calles están ahora muy vacías y las tiendas no tan animadas como esperaba. Están en el nº1 de Henrietta St, esquina con Laura Place, y de momento no hay nadie de sus conocidos excepto los Bramstons.
Lady B. bebe el agua del Cross Bath (una de las fuentes de aguas termales, ndet), su hijo del Hot (caliente, ndet) y Louisa va a tomar unos baños. El Dr. Parry parece estar cuasi matando de hambre al Sr. Bridges. Le ha restringido la dieta a tan sólo pan de James, agua y carne, y en ningún caso puede comer la cantidad que desee. Y creo que tiene que caminar bastante, hasta que se caiga, con o sin gota. Es tal y como te lo relato, no estoy exagerando.
El tiempo está siendo delicioso para ti y para nosotros, y para los viajeros, y para todo el mundo. Esta tarde darás tu paseo y…. (falta el resto de la carta).
Srta. Austen
Chawton
Por mediación del Sr. Gray
(1) El matrimonio clandestino (1766), de George Colman y David Garrick, es una de las primeras óperas en la que se plantea el matrimonio de una joven burguesa con un empleado de su padre. Hasta el estreno de la obra, en Viena en 1792, sólo los hombres, nobles o burgueses, se casaban con mujeres de condición social inferior. Nunca al revés.
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Hoy hace doscientos años Jane Austen estaba haciendo Shopping con su familia y, por qué no decirlo, disfrutando como una “enana”…
Carta de Jane a su hermana Cassandra (Jane tenía 37 años)
Jueves 16 de Septiembre de 1813
De Henrietta St. (Londres) a Chawton
Miércoles 16 después de cenar.
Gracias mi querida Cassandra por la carta tan larga y agradable que te he enviado esta mañana. Espero que ya la hayas recibido y que os haya encontrado bien a todos; y que mi madre ya no necesite sanguijuelas para sus dolores de cabeza.
No sé si esta carta te será entregada por Henry el sábado por la tarde o por el cartero el domingo por la mañana, pues últimamente ha recordado algo sobre un compromiso el sábado que quizás podría retrasar su visita. Sin embargo, está decidido a visitarte sin tardanza. Espero que mañana recibas el vestido y seas capaz de decir con suficiente honestidad
que te gusta el color. Fue comprado en Grafton House donde, al haber ido bien temprano, fuimos atendidas inmediatamente y estuvimos muy a gusto. Tan solo se me olvidó una cosa en concreto que siempre había querido comprar aquí: un pañuelo de seda blanco, por lo que me ví obligada a pagar seis chelines por otro en Crook & Besford. Y esto me recuerda que tengo que decirte que los estambres deberían también estar mañana en Chawton, y que me haría muy feliz saber que reciben tu aprobación. No tuve mucho tiempo para deliberar.
Ahora estamos cuatro mujeres jóvenes sentadas en torno a una mesa circular en la habitación interior escribiendo nuestras respectivas cartas, mientras que los dos hermanos están teniendo una agradable charla en la habitación contigua. Va a ser una tarde tranquila, para gran satisfación de cuatro de los seis.
Tengo los ojos bastante cansados a causa del polvo y las lámparas.
He recibido debidamente la carta que me enviaste de parte de Edward Jr. Ha estado cazando en casa con gran fortuna, ha cenado en Chilham Castle y con el Sr. Scudamore. Ya ha llegado mi sombrero y me gusta mucho, Fanny también tiene uno. El suyo es de seda y encaje blanco, y la forma es diferente a la del mío, más apropiado para las mañanas, para ir en carruaje, que es para lo que se compró. Se parece mucho al que nosotras tenemos de satén y encaje del invierno pasado
, y se ajusta al óvalo de la cara exactamente igual, con varillas y más vuelo, y una coronita redonda insertada en la parte posterior. Mi sombrero tiene un pico en la parte frontal. Están de moda los lazos grandes y completos hechos con cinta muy estrecha (a dos peniques). Quizás uno en la sién derecha, y otro sobre la oreja izquierda.
Henry no se encuentra bien. Tiene el estómago algo descompuesto. Debes ponerle a dieta de ruibarbo y darle abundante agua y vino. Se enfrió previamente a lo que te había dicho, antes de ir a Matlock, en alguna parte del viaje desde el Norte. Pero ya casi se han pasado sus molestas consecuencias.
Volvimos de Grafton House justo a tiempo para el desayuno y cuando apenas habíamos terminado llegó el carruaje a la puerta. Estuvimos muy ocupados desde las 11 hasta las 3 y media. Nos costó llegar a Hans Place durante diez minutos. La Sra. Tilson fue tan cariñosa y agradable como siempre. Y por su aspecto sospecho que va a aumentar la familia. ¡Pobre mujer! Fanny ha profetizado que el bebé llegará en tres o cuatro días. (De hecho, muy pronto nació una niña. Ndet). A nuestro regreso, el Sr. Tilson vino caminando desde Compting House a visitarnos. Y éstas han sido todas nuestras visitas.
Me he alegrado más de una vez de haber comprado mi papel de escribir fuera de la ciudad. No hemos tenido libre ni un cuarto de hora. Te adjunto los 18 peniques que le debo a mi madre. El de color rosa costó seis chelines y el otro cuatro chelines por yarda. En la tienda solamente había dos yardas y cuarto del de color pizarra oscura, pero el hombre prometió que encontraría uno igual y nos lo enviaría.
Fanny compró su tela irlandesa en Newton’s en Leicester Square, y yo aproveché para pensar sobre la que tú querías. Vi una pieza de una yarda de ancho a cuatro chelines, que era bastante buena, y se ajustaba a lo que tú querías. Creo que te merecerá la pena ir allí si no tienes otros compromisos. Fanny está bastante contenta con las medias que se ha comprado en Remmington. Son de seda y le han costado doce chelines. Las de algodón estaban a 4,3. Piensa que son auténticas gangas, pero todavía no las he visto, pues me estaba arreglando el peinado cuando llegaron el hombre y las medias.
¡Pobres niñas con sus dientes! Todavía no los he mencionado, pero estuvimos una hora entera en Spence. Los de Lizzy fueron pulidos y no hizo más que quejarse, y a la pobre Marianne le sacaron dos, los que están más allá del ojo, para que dejaran espacio para los frontales. Cuando se iba a ejecutar su condena, Fanny, Lizzy y yo pasamos a la habitación contígua, donde pudimos escuchar cada uno de los dos gritos agudos y rápidos. A Fanny también le limpiaron los dientes y a pesar de lo bonitos que los tiene, Spence encontró algo que hacer con ellos, rellenándolos con oro y hablando con gravedad, remarcando con insistencia que tenía que verla de nuevo antes del invierno. Con anterioridad había remarcado la necesidad de que Lizzy y Marianne fueran llevadas a la ciudad en el transcurso de los dos meses siguientes para seguir examinando sus dientes, y continuó hasta el final presionando para que todos volvieran de nuevo. Mi hermano no hizo ninguna promesa. Puedo suponer que los dientes de las niñas estuvieran en un estado crítico. Pero creo que tiene que ser un amante de los dientes, del dinero y de la picardía para hablar de los de Fanny. Yo no le habría dejado que mirase los míos ni por un chelin por diente, aunque lo doblara. Fue una hora muy desagradable. Después nos fuimos a Wedgwoods donde mi hermano y Fanny eligieron una vajilla. Creo que el patrón es de pequeños rombos en violeta, entre líneas muy finas en oro. Y va a llevar el escudo.
Hemos debido de estar unos tres cuartos de hora en Grafton House, donde Edward estuvo sentado todo el tiempo con
una paciencia increíble. Fanny compró allí la redecilla para el vestido de Anna, y un velo cuadrado precioso para ella. El ribete allí es muy barato, y como me ví tentada, compré un encaje muy bonito trenzado a 3,4 chelines.
Fanny quiere que le diga a Martha con todo su amor que Birchall le ha asegurado que no había un segundo juego del libro de las Lecciones de Hook para principiantes (un libro para aprender música, ndet) y que siguiendo mi consejo le ha elegido otro de un compositor distinto. Pensé que era mejor llevarle algo que nada. Ha costado seis chelines.
Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog, no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.
Fuente: Le Faye, D. (1995), Jane Austen’s Letters, Ed. Oxford University Press
Adoro a Jane Austen!!! Muy buen trabajo :)
ResponderEliminarGracias a tí por leernos :)
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